La balanza del Pobre y el Rico, no está en manos de la Justicia

En la página de opinión del periódico el Tiempo del 29 de noviembre de 2009, el columnista y periodísta Daníel Samper Pizano, nos relata un contraste entre Colombianos del común (pobres) y banqueros y financieros (ricos) y, afirma los siguiente:

"Desde que nos afectó la crisis, el producto interno decrece o está congelado; la producción industrial cae al 7.3% negativo, los precios suben en un 4.5% en el 2009 y el desempleo supera el índice del 12%.  Miles de familias sienten la crisis en carne propia y tienen que recortar sus gastos".

De la misma manera comenta en su columna que: "Los conglomerados económicos nunca están contentos.  El grupo AVAL, de Luís Cárlos Sarmiento, ganó 444.000 millones de pesos en el segundo semestre de 2008 y, el estado además lo premió con créditos subvencionados de "OJO" Agro Ingreso Seguro, por la "bobadita" de 6.064 millones de pesos, además a su turno, el Grupo NULE, fue beneficiado con costosas adjudicaciones públicas, recibió la prebenda de un préstamo por 13.000 millones procedentes de (Deberían explicar a la opinión pública) la Dirección Nacional de Estupefacientes.  El termino del tiempo a pagar venció hace 2 años y, aun no ha sido cancelado.

Amigo lector de éste blog, es menester indagar y, porque no? preguntarnos: en vez de implementar más inpuestos a la canasta familiar y a los servicios primarios, porque no captarles a los bancos y entidades financieras más dinero para la inversión a los procesos frenados en el País, Carreteras, cultivos legales, aumento de la oferta de educación superior.

Algunos banquerillos extrangeros desprovistos de humanidad, han afirmado: "Hay que tolerar la desigualdad, para lograr la prosperidad" (Directivo de la Goldman Sachs), "No es diabólico lucrarse" expresa el de la entidad (Barclay´s)

Como se les nóta, que nunca han mirado a sus semejantes de menores estratos hacer largas filas bajo el sol, por agua del Carrotánque, desistir de comprar una libra de carne, porque les faltó 200 pesos Colombianos, tragar salíva mirando los canales de gourmet en la televisión, o separar cuentas de servicios públicos, con la ilusión de pagarlas completas el próximo mes.